El segundo semestre del 2007, debute como profesor, bah, profesor ayudante, o profesor adjunto como me gusta mas a mi, por que mas que ayudar en la clase, el profesor adjunto, respalda y confirma los conocimientos que estan adquiriendo los alumnos, mi debut fue tardio, a las anteriores ofertas de este mismo tipo de labor, habia declinado, porque todas eran de hacer clases de software, ¿software? recuerdo mis tediosas clases de software cuando estudiaba, y me cansaban, porque generalmente en esas clases no se piensa, se hace y se hace sin pensar, y eso me ponia (y me pone) muy tenso, yo queria participra de clases de pensar, y pensar mucho, por eso tome la responsabilidad de ser profesor ayudante en el ramo de Semiotica en la escuela de diseño de la Universidad de Las Americas con el profesor Raúl Bendezu, al que yo admiro mucho desde que tuve ese ramo (como alumno) hace un par de años, por ser una de las personas que domina de manera mas pulcra y acertada los temas de comunicacion en Chile.
Fue muy provechosa esta experiencia para mi, de hecho podria ser tema de un post en si mismo , pero a lo que me quiero referir en este blog, es acerca a una comparativa que en ningun moento dejo de estar presente en mi cabeza, conozco poca gente que haya tenido un tenga una banda de musica y este tambien vinculado a la docencia, de hecho solo podria nombrar en este caso al buen Jko Contreras de Marcel Duchamp y Sindicato de la Imagen, y aunque no lo hable con el, hay un gran parecido en tocar ante un publico y dar una clase a un grupo de alumnos. Cuando yo tocaba en Marlou, mi ex-banda, siempre me gustaron mas esos shows pequeños con unas 40 o 50 personas de publico, gente que conocia, que compartiamos valores y sentimientos acerca de la musica o gente que simplemente entendia el contexto del show. Cuando das una clase es lo mismo, creo que definitivamente el tema en comun es la pasion con la que yo hacia las dos cosas, cuando tocaba musica era por mi pasion por el punk y cuando daba una clase era por mi pasion por el diseño y la comunicación, entonces mas que nada cuando hablaba frente a los alumnos y habia una clase pequeña de los alumnos que mas disfrutaban el ramo, sobre todo en una sala mas pequeña se daba un ambiente muy especial, de hecho en mis mas espeluznantes reflexiones, nacio pensar en cuan interesante seria que cuando toque una banda punk, la gente del publico, hiciera preguntas sobre las canciones, y diera sus opiniones o reflexiones acerca de ellas.
De hecho para terminar este post, se me ocurre algo muy elocuente la gran forma de darse cuenta lo que tienen en comun el dar una clase y tocar musica frente a un publico es que ambas situaciones pueden depedirse de la misma forma: “¡Gracias por venir!”
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